Sandra Reyes: la periodista que no fue y la actriz que se popularizó de un día para otro

Recordada por sus papeles en ‘La mujer del presidente’, ‘Pedro el escamoso’ o ‘Rigo’ falleció este domingo, después de batallar contra un cáncer de seno.

A Sandra Reyes le llegó la fama siendo una veinteañera, pero al contrario de lo que muchos piensan, no quería gastar su dinero en fiestas, carteras o zapatos. Tenía 23 años cuando empezó a brillar gracias a su personaje en ‘La mujer del presidente’, un thriller en el que la esposa de un poderoso empresario desaparecía sin dejar rastro.

Fue tanto el impacto que generó, que el público le concedió el premio TV y Novelas a la mejor actriz y con lo que ganó consiguió un apartamento en el norte de Bogotá, con chimenea, perfecto para pasar las horas sola leyendo libretos o charlando con algunos amigos. Nada más lejano de ese panorama de rumba pesada o gastos excesivos que se les atribuye a los famosos.

“¡El dinero no le cae mal a nadie!: Hay que aprender a ahorrar, esta es una profesión muy inestable y nada me garantiza que en dos años no esté desempleada”, decía en una entrevista con este diario, en 1998. Sus palabras daban cuenta de una mujer centrada al mismo tiempo que apasionada, que iba tras sus objetivos de la manera más transparente, sin pasarle a nadie por encima.

Eso es lo que más recuerdan hoy sus amigos y colegas, la humanidad, la sencillez, la solidaridad y la buena energía que siempre tuvo Sandra. Su partida de este mundo, a los 49 años, víctima de un cáncer de seno, les deja un vacío enorme.

«Hasta siempre mi Doctora Paula … sumercé no sabe la falta que me va a hacer!!! Dios me la Bendiga!!! Siempre estará en mi corazón…», escribió el actor Miguel Varoni, quien acompañó a Sandra en el que tal vez fue uno de los papeles más recordados de su carrera: la doctora Paula, el amor eterno de Pedro Coral, el protagonista de la exitosa ‘Pedro el escamoso’.

Sin terminar de estudiar

Sandra Reyes iba a ser comunicadora social. Se inscribió en la universidad Javeriana, pero apenas fue dos meses a clases. Se cambió a teatro en la Academia Charlot. Tampoco pudo terminar sus estudios, al año la llamaron para un casting de la serie ‘Clase aparte’. Después vinieron ‘La mujer del presidente’ y ‘Tan cerca, tan lejos’, sobre una estudiante de derecho que se debatía entre el amor y su profesión.

“No quería entrar a la televisión, pero me di cuenta de que era ahora o nunca, no podía desaprovechar la oportunidad”, recordó la intérprete, que por esa época se dedicó a tomar talleres de actuación.

En 2003, le llegó el personaje que acabaría de consagrarla: la doctora Paula, en ‘Pedro el escamoso’. Sandra daría vida a una mujer con un carácter fuerte, hermosa, con sus cualidades y defectos, que para nada encajaba en la imagen de una diva televisiva de los 90. Eso le gustó mucho.

“Yo siempre he tratado de estar lejos de los estereotipos, de esa mujer 90-60-90, que es la mujer bella. Creo que eso nos ha hecho mucho daño”, decía la actriz en una charla con Bravíssimo, de Citytv, a final del año pasado.

También estuvo en ‘El Cartel de los sapos’, en 2008, como Amparo Cadena, y justo en 2023, la actriz bogotana regresó a la pantalla con todo su potencial en la serie ‘Rigo’, en la que interpretó a Aracely de Urán, la mamá del famoso ciclista paisa.

“Otra vez estar con Robinson Díaz fue un honor y un placer”, comentó Sandra, que 20 años atrás había compartido créditos con el veterano intérprete en ‘La mujer del presidente’ .

El silencio

Sandra Reyes nació en Bogotá, el 31 de mayo de 1975. Tenía un hijo, Jerónimo, con quien compartía muchas de sus pasiones y gustos. Desde que empezó su carrera, siempre amó la soledad y el silencio. Por eso compró ese acogedor apartamentico y por eso también se fue a vivir a Ubaté, a una finca que heredó de sus padres, en los días de la pandemia. Por eso, muy pocos sabían de su enfermedad y de la gravedad de su estado.

Después de lograr el brillo en la televisión y el teatro, Sandra se apartó. Cambió su estilo de vida, se dedicó a la meditación y a vivir y respirar campo. Murió en Bogotá, rodeada de su círculo más cercano, y su cuerpo será trasladado a la finca en Ubaté, donde había pasado las mejores vacaciones y navidades de su vida.

Perdurará su sonrisa, además de su carrera de personajes contundentes que le permitieron demostrar de qué estaba hecha como actriz, algo que siempre quiso y que gracias a su talento se le dio de un día para otro.

«Eso se lo debo a que actúo de corazón. Yo no busqué la fama, siempre he querido ser actriz y tengo talento. La gente empieza a respetarlo a uno cuando se da cuenta de que hay razón para estar ahí», comentó.

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