Entre los inculpados están la «traficante», dos médicos, el asistente personal del actor y un conocido de este, y enfrentan cargos que van de la conspiración para distribuir la droga con resultado de muerte a falsificación de registros durante una investigación federal.
«Se aprovecharon de la adicción de Matthew Perry para enriquecerse».
Eso dijo este jueves Martín Estrada, fiscal de Estados Unidos para el Distrito Central de California, sobre las cinco personas que hasta ahora están acusadas con relación a la muerte de Matthew Perry, el recordado Chandler Bing de la serie Friends, el pasado 28 de octubre.
Una autopsia determinó que la causa de la muerte fueron los «efectos agudos de la ketamina», una droga controlada que Perry, un adicto en recuperación, estaba tomando como parte de una terapia supervisada.
«Estaban más interesados en sacar provecho del señor Perry que en cuidar de su bienestar», subrayó el fiscal sobre los individuos, que, entre otros, enfrentan los cargos de conspiración para distribuir ketamina, distribución con resultado de muerte y falsificación de registros durante una investigación federal.
Pero ¿qué se sabe de Jasveen Sangha, también conocida como «la reina de la ketamina», y el doctor Salvador Plasencia, que fueron detenidos este jueves? ¿Y de los otros tres acusados, entre ellos otro médico y el asistente personal del actor?
La reina de «un emporio de venta de droga»
Aunque su apodo deja patente que era conocida en ciertos ambientes, hasta el momento de la publicación de esta nota pocos detalles han trascendido sobre Jasveen Sangha, «la reina de la ketamina».
La mujer de 41 años residía en North Hollywood, un barrio del valle de San Fernando en Los Ángeles, de acuerdo a la acusación hecha pública este jueves.
Y fue precisamente durante una redada en aquella casa donde, tras meses de investigación, la policía halló un «alijo» de ketamina y otras sustancias y lo que el fiscal Estrada denominó un «emporio de venta de drogas».
En la operación llevada a cabo el 19 de marzo requisaron 79 cápsulas de ketamina líquida, casi 2.000 pastillas de metanfetamina, hongos alucinógenos, cocaína y fármacos que necesitan receta pero que al parecer fueron obtenidos de forma fraudulenta.
Los investigadores también encontraron un diario verde en el que se detallaban los montos de la compraventa de las sustancias, transacciones de miles de dólares.
«La investigación reveló una amplia red criminal clandestina para distribuir grandes cantidades de ketamina al señor Perry y a otros», explicó el fiscal Estrada en rueda de prensa.
Sangha, quien según la investigación llevaría en el negocio al menos desde junio de 2019, fue entonces acusada de posesión de metanfetamina, ante lo que ella se declaró no culpable.
Y ahora es la principal acusada en el caso, ya que se le señala de haber vendido ketamina por un valor de hasta US$11.000 para Perry, entre ella el lote que terminó provocándole la muerte.
Las autoridades la describen como una «traficante» que sabía que la ketamina que distribuía podía ser mortal.
Y eso lo basan en un caso no relacionado con Perry en el que Sangha le vendió dicha droga a una persona llamada Cody McLaury horas antes de que ésta muriera por una sobredosis.
Después de que un familiar de McLaury le enviara a Sangha un mensaje de texto señalándola de haberle causado la muerte, según la acusación la presunta traficante buscó en Google: «¿Puede la ketamina figurar como causa de muerte?».
De acuerdo a la acusación, aún sabiendo la respuesta, la mujer siguió vendiendo la sustancia desde su residencia en North Hollywood.