Son cuatro velas con significados distintos durante esta época de preparación para la Navidad.
Falta poco para la Navidad y, como periodo de preparación, pronto comenzará el Adviento. Este domingo, 1 de diciembre, será el inicio de la temporada de velas y reflexión que dura cuatro semanas.
El Adviento es celebrado por la iglesia católica y algunas iglesias cristianas, es el momento que se refiere a la venida de Jesús y, de acuerdo con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la liturgia le da este nombre a las cuatro semanas que preceden a la Navidad.
«Es una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor. El tiempo de Adviento es un periodo privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro», explicó.
Con el fin de celebrar esta época, existe una tradición que hace referencia los cuatro domingos y la preparación espiritual. Se trata de la corona de Adviento, un símbolo que, según ‘National Geographic’, comenzó en 1838 cuando el pastor luterano alemán, Johann Wichern, la utilizó como una herramienta para que su congregación pudiera llevar la cuenta de los días restantes hasta la llegada de la Navidad.
Esta corona está compuesta de cuatro velas que representan los domingos de la temporada. Cada semana se reza, canta y se prende una de estas piezas hasta que todas queden encendidas.
El 1 de diciembre será el primer domingo de Adviento. Durante este día, se debe prender una vela morada, en representación de la esperanza.
«El primer domingo de Adviento no solo nos lleva a anticipar el nacimiento de Cristo, sino también a celebrar el comienzo de un nuevo tiempo litúrgico. La primera vela es morada, el color principal del Adviento y un color que simboliza la realeza», anotó ‘Hallow’.
En la segunda semana también se debe prender un cirio morado, en honor a la paz. En la semana tres iría una vela rosa, por la alegría. Finalmente, la última vela debe ser violeta y su significado es el amor.