Don Ramón se convirtió en uno de los personajes de la televisión más queridos en América Latina, gracias al sinfín de sonrisas que generaron las ocurrencias de su personaje en «El Chavo del 8».
Don Ramón ha sido uno de los pocos personajes de la televisión que han permanecido en la memoria de la gente. En honor a su obra y vida, su hijo, Esteban Valdés, presentó el libro ‘Con permisito, dijo Monchito’, una obra biográfica donde revela detalles inéditos del intérprete, tanto profesional como en su vida cotidiana.
Durante el lanzamiento del libro, que se espera sea un éxito en ventas, su hijo habló con ‘Teleshow’, de Infobae Argentina, y reveló cómo fue vivir con una figura tan importante, el impacto que tuvo su padre en su vida y dio detalles de cómo fue su vida familiar y personal.
“Cuento la historia detrás de cámara de Don Ramón, es decir, lo que sucedía en casa, en la intimidad y, sobre todo, me enfoco en la época que no era tan famosa. Es la historia de un ser humano, entre comillas, común y corriente, y todas las dificultades que pasamos como familia: mi papá, como esposo, como padre, pero siempre saliendo adelante, solucionando problemas de una manera creativa y hasta divertida”, dijo el hijo de Don Ramón durante el diálogo.
El hijo de Don Ramón ratificó que, cuando Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, invitó a su padre a trabajar con él, solo le hizo un pedido: “‘Sé tú. No cambies, no actúes. Sé tú’, le dijo. Y por eso el personaje de Don Ramón terminó siendo tan influyente en la gente, porque es algo real. La Chilindrina, por ejemplo, no es real. Es muy linda y muy chistosa, pero es un personaje. Lo mismo el Chavo o Kiko, que te mueres de la risa, pero nunca ves a un Kiko en la calle. Son adultos actuando de niños. En cambio, él se interpretaba a sí mismo y eso lo hacía auténtico”.
Además, relata con gran orgullo que Roberto Gómez Bolaños indicó que Ramón Valdés era su comediante favorito, por eso le dio uno de los papeles más importantes dentro de su historia.
Además, relata que durante su niñez, adolescencia y joven adultez, Don Ramón trabajaba como actor, pues su familia atravesaba por grandes necesidades económicas, por lo que buscaba diferentes maneras de conseguir dinero para el sustento.
“Todos los oficios que aparecen en la serie los hacía en la vida real. De eso vivía mi papá: haciendo muebles de madera, cortando el pelo, cocinando, trabajando de chofer”, recordó Esteban Valdéz en diálogo con Infobae.
“Antes de ser famoso, hizo todas esas cosas para ganar un poco de dinero y llevar el pan para la casa. Las dificultades que pasaba don Ramón también las pasamos. Un capítulo de mi libro se llama ‘Las muchas casas’ y ahí repaso todos los lugares en los que vivimos, pero no porque fuéramos ricos, sino porque éramos pobres en la vida real y mi papá no tenía para pagar la renta por más que se esforzara para cubrir esos gastos”, agregó.
“Ese hombre que salía todas las semanas en la televisión, era el mismo que había salido de mi casa a trabajar, a grabar esos programas en los que vestía igual y hacía lo mismo que hacía en mi casa: construirnos muebles de madera -como nuestras camas o literas-, pintar, cantar, tocar la guitarra, cocinar, enojarse y gritar, e incluso, ¡deber la renta!”, escribe en un pasaje de su libro, destacando los valores que su paso por esta tierra le dejó.