Las características que revelan si una persona no es tan buena como aparenta, según la psicología

Conocer estas señales le permitirá estar atento ante cualquier actitud tóxica, evitando dejarse engañar por la apariencia de una persona agradable.

Cuando a la hora de relacionarse con los demás se refiere, no hay que confiarse de las buenas intenciones o sonrisas de algunos, pues no siempre se trata de una buena persona.

Hay quienes que en un primer momento parecen ser buenas, desinteresadas, amistosas y amables, pero en ocasiones esconden en su interior un comportamiento hipócrita, tóxico y que ante cualquier circunstancia buscarán que usted tenga dificultades.

Hay formas de detectar a tiempo quiénes son estas personas en realidad, lo que le ayudará a cuidar su salud emocional, además de poder crear límites y rodearse de personas que son auténticas y que pueden formar relaciones personales saludables.

De acuerdo con la psicología, existen algunas señales que determinan que una persona no es tan buena como aparenta, basándose en patrones de comportamiento que pueden pasar desapercibidos en un inicio, pero que al relacionarse con estas personas en el tiempo se determinará que ofrecen relaciones tóxicas y poco saludables.

Conocer estas señales, le permitirá estar atento ante cualquier señal y actitud tóxica, evitando dejarse engañar por la apariencia de una persona agradable, de acuerdo con ‘La Razón.

Sólo aparecen cuando necesitan algo

En un principio, estas personas parecen ser muy sociables, alegres y siempre sonrientes, pero con el paso del tiempo usted puede verificar que tienen un comportamiento diferente y que solo acudirán usted cuando necesitan un favor. Después de que usted los ha ayudado, desaparecen de nuevo.

Son manipuladores

En cualquier escenario, las personas manipuladoras son de cuidado. Al principio pueden parecer personas encantadoras, persuasivas y hasta pueden salirse con la suya, pero debajo de ese aspecto positivo esconden una parte oscura.

Este tipo de personas les encanta doblegar a los demás para que cumplan sus propósitos, saben cómo actuar y qué decir, e incluso en ocasiones pueden darle vuelta a ciertas situaciones y ponerlas a su favor. Aunque puede ser fácil de detectar este comportamiento, en ocasiones son tan buenos manipulando que no es posible darse cuenta que se ha sido víctima de este tipo de personas.

En ocasiones, no demuestran gratitud

Una forma de darse cuenta si una persona es buena, es al momento de agradecer. Cuando una persona es buena, sabe el valor que tiene el agradecimiento, así sea ante cualquier gesto o favor. Siempre encuentran el reconocimiento para alguien que ha hecho algo por ellos.

Por otro lado, las personas que aparentan ser buenas, rara vez demuestran gratitud, puesto que en su interior piensan que es algo que la gente debía hacer para complacerlos.

Les gusta hacerse las víctimas

Ya es claro que este tipo de personas son manipuladores, pero además ante cualquier situación, se hacen ver como si fueran las víctimas, cuando evidentemente no lo son.

Para poder eludir su responsabilidad en algunas situaciones, pueden culpar a otros de lo negativo que le sucede.

Las personas que suelen hacerse las víctimas no son buenas, puesto que siempre buscarán la forma de no asumir su responsabilidad por una falta de voluntad.

Son rápidos para juzgar

Las personas que son genuinamente buenas, cuando sucede algo van a evaluar concienzudamente esta situación, mientras que las que no lo son van a juzgar en un primer momento.

Ellas van a criticar y juzgar a los demás en función de su propio pensamiento o de las decisiones que han tomado. Si alguien juzga constantemente a los otros, no es una buena señal, ya que puede ser que por fuera demuestra ser bueno, pero por dentro siempre va a emitir juicios contra otros.

Hay personas que en cada situación buscan la forma de victimizarse. Foto: iStock

Siempre tienen la razón

Estas personas defienden su lado de la historia hasta cansarse, y aunque se les presente pruebas y evidencias de que están en un error van a defender su posición.

Este es un comportamiento tóxico y agotador, puesto que es un signo de arrogancia y de incapacidad para aceptar perspectivas de otras personas.

Tampoco aceptan cuando están equivocadas y no aceptan sus errores por ningún motivo.

Tenga en cuenta estas señales y detecte, que quien es buena persona, comprenderán que sus acciones son coherentes con sus palabras y que no quieren demostrar ser amables, sino que simplemente lo son con todos los que están a su alrededor.

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