Por lo general, el Consejo de Seguridad de la ONU no goza de la mejor reputación: sus detractores suelen criticar que el organismo, en su forma actual, no puede hacer nada para evitar guerras y catástrofes.Ya se ha ocupado en innumerables ocasiones de crisis agudas en todo el mundo, y no ha logrado alcanzar una decisión conjunta. La razón: al menos uno de los cinco miembros permanentes ejerce a menudo su derecho de veto.Éste ha sido el caso hasta ahora en la guerra entre Israel y la organización terrorista palestina Hamás. Pero ahora, después de cinco meses y medio de guerra, se aprobó una resolución que pretende presionar a las partes en conflicto.