Mediante simples técnicas podrás viajar sin preocuparte por el malestar en tu audición
Muchas personas eligen diversos medios de transporte cuando deben realizar algún viaje largo. Ya sea en autobús, vehículo particular, barco o avión, siempre deben tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar que su viaje se convierta en un momento de incomodidad y terminen padeciéndolo.
Si nos centramos en las personas que eligen viajar en avión, principalmente aquellas que lo hacen por primera vez, deben saber que la falta de espacio, la inmovilidad, la sequedad del aire y los cambios del reloj biológico en los viajes afectan a los pasajeros en mayor o menor grado, según precisa un informe de la Clínica Las Condes (Chile).
Cuida tus oídos en el avión
Previendo todas estas cuestiones del contexto de un viaje en avión, todas las empresas comparten en sus plataformas digitales algunos consejos. “En el avión es posible que sufras algunos malestares de salud debido a cambios de presión, ansiedad o también por permanecer mucho tiempo sentado”, señala LATAM Airlines junto a una lista de recomendaciones.
En este marco, hoy queremos poner el foco en una guía que te ayudará a prevenir molestias en los oídos cuando decidas viajar en avión. Principalmente, los cambios bruscos en la presión atmosférica y en la altitud son los que pueden afectar con un dolor o daño en el tímpano, aunque algunos viajeros solo sufren una sensación de taponamiento temporal.
El otorrinolaringólogo David Gudis hace referencia al término “oído de avión” y advierte que los síntomas señalados “se resuelven por sí solos”, aunque en algunos casos pueden tardar más que en otros. Si la persona presenta una congestión en las vías respiratorias altas o una infección en el oído, es más probable que padezca de esta situación al abordar un avión.
Gudis aconseja realizar la “maniobra de Valsalva” que se trata de cerrar la boca y pellizcarde la nariz mientras se exhala suavemente el aire. Por su parte, Esther Vivas, catedrática de otorrinolaringología de la Universidad Emory (Atlanta), señala que la persona puede forzarse a bostezar, beber sorbos de agua o masticar chicle. En caso de estar congestionado, lo ideal es utilizar un spray descongestionante antes de emprender el vuelo, pero no más que eso ya que esta situación no es considerada como de gran preocupación.