La Administración Nacional del Patrimonio Cultural de China (NCHA) ha llevado a cabo una notable excavación submarina que ha resultado en el descubrimiento y recuperación de más de 900 reliquias de dos naufragios antiguos en el Mar Meridional de China.
Este proyecto, extendido entre los años 2023 y 2024, permitió rescatar 890 fragmentos de un naufragio y 38 del otro, incluyendo objetos de porcelana, cerámica, monedas de cobre, madera antigua, artículos de alfarería, conchas de turbante y astas de venado.
Los hallazgos pertenecen a la época de la dinastía Ming (1368-1644), conocida por la expansión de su flota y ejército que fomentaron el comercio y los vínculos diplomáticos.
Los naufragios, ubicados a unos 1.500 metros de profundidad en las proximidades del talud continental, al noroeste del mar de China Meridional, son testimonio del uso y navegación ancestral chino por estas aguas.
El subdirector de la NCHA, Guan Qiang, destacó la relevancia de estos descubrimientos como evidencia crucial del comercio y los intercambios culturales que se produjeron a lo largo de la antigua Ruta Marítima de la Seda.
Además, subrayó que este logro arqueológico demuestra el avance global de China en la arqueología submarina profunda, uniendo ciencia y tecnología modernas con métodos arqueológicos tradicionales.
Ruta Marítima de la Seda
La Ruta Marítima de la Seda constituye una sección crucial de la emblemática Ruta de la Seda, estableciendo un corredor acuático que históricamente vinculaba a China con regiones clave como el sudeste asiático, el subcontinente indio, la península arábiga, Somalia, Egipto y Europa.
Durante su apogeo, desde el siglo II a.C. hasta el siglo XV d.C. esta ruta marítima fue un eje central para el desarrollo comercial.
Actualmente, se ha propuesto y está en desarrollo una iniciativa conocida como la nueva Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI, cuyo objetivo es entrelazar mercados que se extienden desde la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) hasta el norte de África y Europa.