El mundo del cine venezolano se viste de luto tras la partida física de Margot Benacerraf, una figura icónica que hizo un antes y un después en la historia cinematográfica del país.
Benacerraf, pionera en su campo, dirigió películas fundamentales como «Araya» y «Reverón», y su influencia se extiende más allá de las pantallas.
Trayectoria y legado
Margot Benacerraf fue una de las primeras mujeres cineastas en Venezuela. Su valentía y pasión por el séptimo arte la llevaron a romper barreras y abrir camino para futuras generaciones.
Además, su visión trascendió la creación cinematográfica. Benacerraf fundó la Cinemateca Nacional en 1959, una institución crucial para la preservación y promoción del cine venezolano.
Entre su filmografía están «Araya» y «Reverón», dos películas que son pilares del cine nacional.
«Araya» (1959) recibió elogios internacionales y fue galardonada en el Festival Internacional de Cine de Cannes.
Y por su parte, «Reverón» (1953) exploró la vida del pintor Armando Reverón y su relación con Juanita Ríos, interpretada por la actriz Doris Wells.
Legado cultural
Benacerraf no solo dejó un legado cinematográfico, sino también una profunda influencia en la cultura venezolana.
Por supuesto, su compromiso con la identidad y la memoria colectiva sigue inspirando a artistas y creadores a día de hoy.
Homenajes y condolencias
Las redes sociales se inundaron de mensajes de condolencia tras la noticia de su fallecimiento.
Personalidades del cine, la cultura y el público en general expresaron su gratitud y admiración por su obra.
El cineasta Vladimir Sosa Sarabia escribió: «Con profundo pesar me entero de la partida física de Margot Benacerraf. Insigne mujer cineasta consagrada al cine y la cultura. Gracias Margot».
El funeral de Margot Benacerraf se llevará a cabo en la Quinta Beit Yossef en San Bernardino, Caracas.
Finalmente, el legado de Margot perdurará en la memoria de quienes aman el cine venezolano y valoran su contribución a la cultura nacional.