¿Quién no ha soñado con conocer el fantástico palacio de Versalles? O, si ya se ha visitado, ¿a quién no le gustaría volver? Este es uno de los sitios más extraordinarios de la arquitectura de Francia del siglo VII y, por tanto, uno de los edificios más célebres de París. Sin embargo, aunque este lugar es una visita obligatoria, no siempre somos conscientes del contexto y de las curiosidades de Versalles, que enriquece aún más el lugar. Por eso, en este artículo de Supercurioso te lo contaremos todo sobre la historia del Palacio de Versalles.
La historia del palacio de Versalles: el centro del poder monárquico francés
Cualquiera que visite los terrenos de Versalles en la actualidad se encontrará con una edificación apropiada para ser una residencia real, llena de lujos, jardines fantásticos y, por supuesto, miles de historias de los reyes y reinas que vivieron en sus corredores y habitaciones.
Sin embargo, y aunque por mucho tiempo Versalles fue la encarnación material de la monarquía francesa, sus inicios se debieron a razones de ocio, placer y libertinaje. En este apartado te contaremos todo al respecto, así que ¡no te lo pierdas!
1. El Palacio de Versalles: Sus orígenes como un lugar dedicado a la caza
La historia del Palacio de Versalles comienza en 1623, cuando Luis XIII decide construir un pabellón de caza en la campiña que rodeaba a la ciudad de Versalles, a unos 20 KM del centro de París. Esto debido a que era un lugar idóneo para esta actividad por su fauna abundante y la maravillosa ubicación entre la residencia principal en Saint-Germain-en-Laye y París.
Luis XIV, el hijo de Luis XIII, acompañaba a su padre a cazar y, en poco tiempo, descubrió que sería necesario el ampliar los dominios más allá de los límites establecidos por su padre.
Es por eso por lo que en 1661 decide iniciar las obras que conllevarían convertir el pabellón de caza en un palacio de recreo, una pequeña casa de placeres que usaría para realizar fiestas y eventos con sus amigos, aprovechando a su vez la exquisitez de los jardines.
2. Historia del Palacio de Versalles y la llegada de la aristocracia
Ya en 1682, la historia del Palacio de Versalles se transforma, convirtiendo al lugar en la residencia principal de la corte y del gobierno.
Luis XIV sería el encargado de trasladar allí la administración central, convirtiendo al palacio en una manifestación material del poder que tenía en sus manos. Luego de la muerte del monarca, el palacio había alcanzado altísimos niveles de esplendor y ya contaba con una muy buena perfilación de sus proporciones que, eventualmente, serían perfeccionadas por sus predecesores.
Sin embargo, con la partida de Luis XIV la corte abandona Versalles para volver a París y, como es de esperarse, el Palacio cae en estado de abandono.
Solo hasta 1722, Luis XV decide volver al palacio para terminar la obra iniciada por su bisabuelo. A lo largo de este reinado se realizaron transformaciones importantes, como la construcción de la Ópera Real o la eliminación de la Escalera de los Embajadores.
Las transformaciones fueron reforzadas luego por Luis XVI, quien pasaría la mayoría de su tiempo en el Palacio y que convertiría la llegada de Maria Antonieta en uno de los grandes acontecimientos en Versalles.
El rey le regala el Petit Trianon, que sería el dominio privado de la mujer. A pesar de ello, la imagen de los monarcas no tardará en deteriorarse y en 1789 deberán abandonar los terrenos para trasladarse a las Tullerías, a donde llegaría su final.
3. La llegada de la Revolución: Un hito clave en la historia del Palacio de Versalles
Luego de la caída de la monarquía, el Palacio de Versalles queda en entredicho: las colecciones de pintura y escultura fueron acogidas por el museo Louvre y muchos de los muebles que no acompañaron a la familia real fueron vendidos o enviados al guardamuebles de la corona.
Napoleón tampoco decidió mudarse a Versalles, debido a la imagen que representaba y a las ideas a las que se asociaba. Luego, se da la ascensión de Luis Felipe, en 1833, el monarca decide crear un museo dedicado a las glorias de Francia y que, claramente, tendrían lugar en los terrenos y muros del Palacio de Versalles que, ya para ese momento, estaba experimentando un auténtico renacer.
Sin embargo, el palacio actual es como lo conocemos hoy en día por la labor de Pierre de Nolhac, quien reconstruiría la residencia real, el gran conservador del palacio.
Con el tiempo y después de haber sido el espacio para la firma del Tratado de Versalles —que daría fin a la Primera Guerra Mundial—, los conservadores buscaron recuperar el mobiliario e impulsar las visitas oficiales y la recepción del público.
Desde el año 2000, se realizan visitas guiadas con el fin de que los visitantes conozcan sobre la historia del Palacio de Versalles y de la misma Francia. Como dato curioso, vale resaltar que, desde el 2008, el palacio expone todos los veranos las obras de artistas de fama internacional, como Anish Kapoor.